sábado, 7 de mayo de 2011

Virgen de Luján 8 de mayo ....Patrona de la Argentina

Es también protectora de los transportistas, de los estancieros, de las escuelas y los cadetes de policía. Los acontecimientos de la llegada de la imagen de la Virgen se remontan al siglo XVII, cuando Antonio Farías Saa, un hacendado portugués afincado en Sumampa, le escribió a un amigo suyo de Brasil para que le enviara una imagen de la la Virgen en cuyo honor quería levantar una ermita. 
Con la intención de que Don Antonio eligiera la imagen que le gustara su amigo envió dos imagenes, las que hoy conocemos como " de Luján" y de "Sumampa".
Imagen original llegada de Brasil
 La primera representa era la imagen de la  Inmaculada y la segunda a la Madre de Dios con el niño en los brazos. Inmediatamente, ambas imágenes emprendieron un largo viaje en carreta con la intención de llegar hasta Sumampa...
Uno de aquellos días, las caravanas acamparon al atardecer para pasar la noche, la cual transcurrió sin novedad,  partieron a la mañana temprano para cruzar el río Luján, pero la carreta que llevaba las imágenes no pudo ser movida del lugar, a pesar de haberle puesto otras fuertes yuntas de bueyes. Pensando que el exceso de peso era la causa del contratiempo, descargaron la carreta pero ni aún así la misma se movía. Preguntaron entonces al carretero sobre el contenido del cargamento. "Al fondo hay dos pequeñas imágenes de la Virgen", respondió. 
Entonces  los viajantes decidieron descargar uno de los cajoncitos, pero la carreta quedó en su lugar. Subieron ese cajoncito y bajaron el otro, y los bueyes arrastraron sin dificultad la carreta. Cargaron nuevamente el segundo y nuevamente no había quien la moviera. Repetida la prueba, desapareció la dificultad. Abrieron entonces el cajón y encontraron la imagen de la Virgen Inmaculada
Se la llamó 'La Virgen Estanciera' y la 'Patroncita Morena'. Manuel, un pequeño esclavo de color que trabajaba en esa estancia fue testigo de toda esa maravilla. Viendo sus patrones el intenso amor que demostraba a la Virgen, lo destinaron al exclusivo cuidado de la imagen, lo que hizo hasta su muerte. Se encargaba del orden en la ermita y de los vestidos de la Virgen, dirigiendo los rezos de los peregrinos. Al fallecer Don Rosendo, su estancia quedó abandonada, pero Manuel continuó, con santa constancia, el servicio que se había impuesto.
Muy preocupada con la soledad de la Virgen en esos parajes, la señora Ana de Matos, propietaria de una estancia ubicada sobre la margen derecha del río Luján  le solicitó al administrador de Don Rosendo la cesión de la imagen de la Virgen de Luján. Ella le aseguró el cuidado y la construcción de una capilla digna y cómoda, facilitando la estadía de los peregrinos. Juan de Oramas, el apoderado, aceptó la oferta y doña Ana de Matos le pagó por la cesión de la imagen. Feliz de haber logrado su propósito, la instaló en su oratorio, pero a la mañana siguiente, cuando se dirigió ahí para rezar, descubrió  que la Virgen no estaba en su altar.  
Ello volvió a ocurrir varias veces hasta que, el obispo de Buenos Aires, fray Cristóbal de Mancha y Velazco, y el gobernador del Río de la Plata, don José Martínez de Salazar, organizaron el traslado en forma oficial acompañada por doña Ana y Manuel, quien esta vez acompañó a su querida Señora. Confirmado todo lo acontecido por el prudente prelado, se autorizó oficialmente el culto público de la 'Pura y Limpia Concepción del Río Luján'. 

En 1677, la señora de Matos donó el terreno donde hoy se levanta la Basílica. En 1684 llegó a Luján el sacerdote Pedro de Montalvo. Sumamente enfermo, pidió a la Virgen su curación, por lo que una vez obtenida quedó como primer capellán, dedicándose por completo a su culto. Y  en 1685 se inaguró el nuevo Santuario, al que se trasladó la imagen en solemne Procesión, el 8 de Diciembre.El Papa León XIII la coronó canónicamente en el año 1887. De aquel hecho nacieron las peregrinaciones hacia Luján y continúan siempre, todos los años, en que miles de personas van a hablar con Dios y a escuchar su palabra en el camino y en el descanso, cuando llegan, en los brazos de la Madre de Dios que quiso quedarse alli. Eso fue un milagro de fe. Es la primera en America en recibir la Corona Pontificia  
  
La rosa de Oro es un presente otorgado por el Papa a Naciones, Ciudades, Basílicas, Santuarios, Imágenes... Es bendecida personalmente por Él, el cuarto domingo de Cuaresma, la unge con el Santo Crisma y se la espolvorea con incienso. Esta Rosa consiste en áureo rosal con flores, botones y hojas, colocado en un vaso de Plata renacentista dentro de un estuche de oropel con el escudo del Papa.
El 11 de junio de 1982, personalmente Juan Pablo II, se la ofrendó a Nuestra Señora de Luján, Patrona de Argentina.




 VIRGEN DE LUJAN 
PATRONA DE LA ARGENTINA

¿Alguien se preguntó qué fue de la segunda imagen que llegó a la Argentina junto con la que se quedó en Luján?.... Nosotros  si.


Como sabemos el carro que traía las dos imágenes de la Virgen se detuvo en Luján y allí debió dejarse una , la Inmaculada , con la otra el  carro siguió su ruta y al llegar a Córdoba, la imagen fue montada en el lomo de
 una mula para ser llevada a Santiago del Estero.  La Virgen volvió a manifestar su voluntad
La mula, que integraba una tropa de carga, se extravió al llegar a Sumampa Viejo y grande fue la sorpresa de su propietario al ver que, por sí sola, sin que nadie la guiase, se había encaminado a la estancia de don Antonio Farías de Sáa, que la esperaba ansiosamente.
Al intentar mover la mula que estaba debajo de un tala fue imposible,  la terquedad del animal hizo que fuera bajada  la caja que contenia la imagen  y traslada al lugar donde los propietarios habían elegido para la capilla futura

Al día siguiente la imagen misteriosamente habia vuelto debajo del árbol ( tala) y así una y otra vez hasta que todos entendieron que en ese lugar y no en otro  donde la Virgen quería su capilla.
Se erigió un tosco oratorio de adobe y techos de paja , construido por indios . Allí fue entronizada la imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús en brazos
"La Virgen es pequeña, no mide más de veinte centímetros de alto; está asentada sobre una banqueta rudimentaria que a su vez se asienta en un montículo de piedra, agregado posterior, según tradicional creencia.
"La cara es bonita: la frente muy ancha, la nariz recta, la boca delicada, la línea del mentón bien trazada. Los siglos le han impreso un tinte pálido, medio amarillento, como de marfil viejo. "Su mirada es serena, firme, sin dureza, transparente y diáfana como un cristal, Por eso mira de frente, y de frente, con toda confianza, se la mira.
"Cubre su cabeza, ligeramente inclinada hacia la derecha, con una toca blanca, manteleta o pañuelo grande, que cae poco más debajo de los hombros.
 "La única es roja, de un rojo oscuro. Un ceñidor dorado que se anuda a la cintura permite destacar el busto, y el corpiño se cierra púdicamente a la altura del nacimiento del cuello con leves botoncitos que apenas se insinúan. El manto es azul-oscuro; da una amplia vuelta sobre las rodillas en forma de cubrir todo lo rojo y aparece sembrado con una hojas sueltas, color oro viejo
"Sobre las rodilla de la Señora duerme el Niño Jesús, de pocos meses de edad.
"Para recostar a su Hijo, María ha tendido un pañal, detalle éste que por sí solo sugiere a un largo capítulo de vigilias, de preocupaciones y de ternuras domésticas.
"La Virgen de Sumampa es la imagen de un ambiente más humano, más real, con mayor sentido de la vida doméstica, que hemos contemplado. Finalmente, la Virgen de Sumampa habla en su imagen de la Madre cariñosa".
Don Antonio, su propietario, donó a la Virgen, una legua de tierra para erigir en ella un templo de magnitud, pero toda vez que se lo empezó a construir, algo lo impidió: la obra se derrumbó por sí sola, cayó abatida por los vientos o algún incendio la consumió. Lo cierto es que la gente del lugar atribuyó esas señales a un deseo de Nuestra Señora y la dejaron en su rústico santuario.
 En 1857 fue invocada a raíz de la terrible sequía que asoló esas tierras perjudicando los intereses de sus habitantes y la economía regional. La Virgen atendió sus ruegos y una copiosa lluvia regó la comarca, trayendo alivio y bienestar a la zona.
Desde 1984 la Virgen de Sumampa es patrona de la provincia de Santiago del Estero. A partir de ese año, el collar y su imagen fueron instituidos como distinción honorífica para ser utilizada por los gobernadores constitucionales, otorgada por el Excelentísimo Obispo Diocesano en la ceremonia de asunción.
 El santuario de Nuestra Señora de la Consolación, construido por los jesuitas en 1684, es Monumento Histórico Nacional a partir de 1973

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